Si posees una empresa y necesitas financiación, o sí deseas invertir en nuevas tecnologías (o desarrollar un plan de marketing) pero no posees fondos suficientes, quizás puedas acceder a alguna de las muchas ayudas o subvenciones disponibles en el ámbito local, autonómico y nacional. O, por qué no, alguna de las subvenciones promovidas por la Unión Europea. Aquí van nuestros 5 consejos:
1.- Elegir el marco en el que solicitar la ayuda. Una idea: Subvenciones Europeas.
Los fondos y demás instrumentos financieros que la Unión Europea pone a disposición de organizaciones, empresas e instituciones públicas, siempre que éstas cumplan unos requisitos de elegibilidad, son desconocidos por la gran mayoría de los aspirantes a recibir una subvención. A dichas ayudas pueden optar todo tipo de entidades, desde empresas, PyMES, asociaciones, fundaciones o entidades sin ánimo de lucro, hasta organismos públicos o administraciones vinculados a cualquier sector público. Muchas organizaciones dejan escapar grandes oportunidades de recibir financiación al no presentar sus propuestas en las diferentes convocatorias posibles.
2.- Ayudas para proyectos concretos: Nuevas Tecnologías y Marketing.
Pongamos un ejemplo: Una empresa ha detectado una oportunidad de negocio o de expansión y quiere realizar una inversión en nuevas tecnologías, o desarrollar un plan de marketing (o social media), o necesita ampliar la contratación de personal, o busca la internacionalización de su marca, sin embargo, termina por descartar el proyecto al no encontrar financiación suficiente y se ve obligada a dejar pasar la oportunidad, con el coste que ello supone. Aunque la empresa de nuestro ejemplo podría haber solicitado una subvención, en muchas ocasones se deconoce el procedimiento o la mera existencia de la ayuda y si, por casualidad, la empresa accediera a las webs europeas donde se gestionan estas ayudas, descubriría que están en inglés o francés y las gestiones necesarias para poder realizar la tramitación no son precisamente sencillas. Si bien es cierto que algunas de estas ayudas europeas se gestionan a nivel autonómico, en convocatorias regionales, otras muchas se podrían presentar directamente por el interesado o su representante.
3.- Ayudas para las Administraciones Locales. El caso de los Ayuntamientos.
En el caso de que se trate de entidades públicas, los Ayuntamientos, por ejemplo, se puede optar a subvenciones con las que financiar aquellas ideas y actividades que impulsen el desarrollo municipal. Por mencionar algunas: promover la ciudadanía europea, el hermanamiento de ciudades, enviar jóvenes trabajadores a realizar prácticas laborales a otras localidades europeas, etc. En definitiva, la Unión Europea financia cualquier tipo de cooperación que favorezca la economía local, proyectos que, desafortunadamente, por falta de recursos humanos, de tiempo o de conocimiento del proceso de solicitud, no se llevan a cabo finalmente.
4.- Ayudas para proyectos relacionados con Educación o para Organizaciones sin ánimo de lucro.
Algo parecido sucede con las entidades educativas, que desconocen la existencia de fondos para programas como el de aprendizaje permanente, para la movilidad de jóvenes estudiantes o para la formación e intercambio de expertos en áreas de interés. No olvidemos que solicitar ayudas en investigación facilita a muchos centros poder realizar nuevas contrataciones u obtener medios y recursos que garanticen la continuidad de sus investigaciones.
Las organizaciones sin ánimo de lucro pueden acceder a subvenciones con relativa facilidad, en comparación con las que sí tienen ánimo de lucro, existiendo ayudas de carácter social, que se convierten en un canal de autofinanciación excelente, así como de transferencia de conocimiento y de buenas prácticas.
5.- Dar el paso, redactar el proyecto e iniciar los trámites.
Si una empresa, una organización o una entidad pública desea optar a una convocatoria, lo ideal es solicitar el asesoramiento de un experto, que identifique la idea para nuestro proyecto, que nos ayude en la redacción del formulario y que, punto por punto, nos ofrezca un asesoramiento continuado en el tiempo (con el fin de realizar un plan de trabajo coherente, conseguir una justificación eficaz de la necesidad del proyecto, garantizar su viabilidad económica, acertar en la elección de socios extranjeros etc.).
Si la resolución de nuestra propuesta tiene éxito y se traduce en la concesión de una ayuda, empieza entonces la “vida” del proyecto, que puede dar lugar a uno a varios años de trabajo, una duración que dependerá de la cantidad económica subvencionada. En ciertos casos, la semilla de un proyecto europeo ha dado lugar a una organización duradera que ha facilitado trabajo a varias personas, promoviendo la creación de empleo a nivel local. Para la gestión del proyecto y las comunicaciones con la Autoridad de Gestión también es recomendable que solicitemos los servicios de un especialista. Gastar el dinero eficazmente y justificarlo adecuadamente es algo que nos beneficiará de cara a la presentación en futuras convocatorias.
En conclusión, desde Fernández Cuevas queremos alentar a las entidades a que preparen sus propuestas, siempre teniendo claro qué objetivos quieren alcanzar, sabiendo hacia dónde se dirigen y con un claro compromiso a realizar los trabajos contratados y de llevar una gestión económica transparente y eficaz. De esta forma estaremos más cerca de garantizar el éxito del proyecto, siendo una gran oportunidad de crecimiento y de proyección internacional para nuestra organización.
Para más información sobre cómo solicitar subvenciones o para informarte de las posibles ayudas a las que podrías optar, puedes contactar con el Departamento de Subvenciones a través de la sección de Contacto.