Un accidente de trabajo es aquel incidente que se produce al concretarse los riesgos típicos de una profesión. Los accidentes en el ámbito laboral dan derecho al trabajador a recibir una indemnización. Te lo explicamos con más detalle:
El accidente laboral afecta, en un principio, a los trabajadores que prestan sus servicios por cuenta ajena. Para que efectivamente se considere un accidente, debe existir una lesión corporal (también se incluyen los daños psicológicos) y una relación entre la lesión sufrida y el trabajo desempeñado.
Los accidentes laborales ocurren en un lugar y en un momento concreto: el lugar de trabajo, durante la jornada laboral. No obstante, es posible que las consecuencias se perciban en un momento diferente, dependiendo de la complejidad de la dolencia. Ponemos un ejemplo: Un obrero de la construcción se puede caer desde distinto nivel y fracturarse un hueso, pero un minero, después de años trabajando en la mina, puede sufrir una fibrosis pulmonar. En el segundo supuesto no es necesario que la fibrosis sea detectada en horario laboral para dar derecho al trabajador a recibir una prestación económica. En los casos más complejos, o cuando no esté del todo claro la procedencia de la enfermedad, será el juez el que deba determinar si estamos ante una enfermedad derivada de la actividad laboral o no.
También podemos mencionar el llamado accidente “in itinere”, que es aquel accidente que se produce al ir o al volver del lugar de trabajo. En un principio, este tipo de accidentes da derecho a indemnización, sin embargo, la prestación puede ser denegada si se demuestra que el trabajador no ha ido directamente de su domicilio al lugar de trabajo y viceversa, o sí ha transcurrido demasiado tiempo desde la hora de salida, o si el trayecto o el medio de transporte no eran los más adecuados. También se incluyen como accidentes de trabajo aquellos que se producen fuera del lugar de trabajo, siempre que la salida corresponda a un encargo realizado por el empleador.
A la hora de determinar qué enfermedades traen causa de la realización de un trabajo, podemos encontrar listados específicos de enfermedades profesionales, si bien no se trata de una lista cerrada y otras enfermedades pueden ser consideradas como accidente laboral. En este sentido, puede ser más sencillo justificar la relación laboral de las dolencias cardiacas o posturales y ser muy complicado justificar como accidente el hecho de contraer una enfermedad de transmisión sexual. Quedan excluidos de la consideración de accidentes de trabajo aquellos percances sucedidos por imprudencia grave del trabajador o por motivos de fuerza mayor.
Por último, el accidente ocurrido en el ámbito laboral genera unos derechos en el trabajador. En el caso de la incapacidad temporal, la prestación incluye, al menos, el 75% del salario que se venía percibiendo, si bien esta cantidad se puede ver incrementada en función del convenio colectivo. Para el caso de lesiones permanentes no invalidantes, se indemnizará en función de la valoración que el baremo de daño corporal haga de las secuelas. En el caso de que se produzca una incapacidad permanente, esta podrá se parcial, total, absoluta o gran invalidez. La calificación final de la incapacidad permanente determinará la prestación final.
En Fernández Cuevas somos especialistas en derecho laboral y contamos con especialistas en accidentes de trabajo que cubren todo el territorio nacional. Si has sufrido un accidente en el ámbito laboral, contacta con nosotros sin compromiso y haremos un estudio detallado de tu caso.