¿Se va a sentir más protegido y mejor defendido por un abogado que, independientemente del resultado de la negociación o del juicio, va a cobrar de la compañía de seguros, o por un abogado independiente que va a cobrar un porcentaje en función de la indemnización que se obtenga? Tenga presente que usted será el cliente del abogado particular. El cliente del abogado de la compañía de seguros no es usted sino la propia aseguradora.
Imagine que a usted le corresponde una indemnización de 6.000 €. El abogado particular le cobra 900 € si le dan los 6.000. Si este abogado no lucha por su indemnización y pacta una indemnización de 3.000 € sus honorarios se reducen a la mitad. El abogado de la compañía recibe de ésta 400 € si le dan una indemnización de 6.000 e igualmente unos honorarios de 400 € si usted recibe una indemnización de 3.000 € que puede cerrar rápidamente con el abogado de otra compañía de seguros. Saquen sus propias conclusiones. El abogado particular sin duda luchará por la mayor indemnización posible, pues sus honorarios suelen ser un porcentaje de la cantidad obtenida.
Además, el abogado de la compañía le será impuesta por ésta, usted no lo puede elegir. Eso sí, al elegir un letrado particular es fundamental que se asegure que el abogado que contrate sea especialista en accidentes, pues es una materia compleja y en constante evolución legislativa y jurisprudencial.
Y no olvidemos que hay situaciones en las que se producen verdaderos conflictos de intereses. Existen unos convenios entre las compañías de seguros en virtud de los cuales será su propia aseguradora las que se haga cargo de indemnizarle sus daños materiales (los del vehículo, el casco, etc). Por lo tanto el abogado que trabaja para la compañía se convertiría en un abogado supuestamente a tu servicio pero al que paga la compañía. Imagínate que tienes un pleito con un vecino y contratas a un abogado, pero a ese abogado no le pagas tú sino tu vecino con el que estás enfrentado en juicio. De locos, ¿no?
Aún cabe otro supuesto en el que existe un evidente conflicto de intereses y es cuando los dos vehículos implicados en un siniestro pertenecen a la misma compañía de seguros. En definitiva va a pagar la aseguradora, que pondrá abogados a cada parte contratados por ella. Sobran los comentarios.
Por lo tanto, y como resumen, le aconsejamos que contrato un abogado particular, que nunca utilice los servicios del abogado que le ofrezca su compañía de seguros, pero eso sí, cerciórese que sea un verdadero especialista en accidentes de circulación y que es independiente de las aseguradoras, que no trabaja en otros asuntos de accidentes al servicio de las compañías.
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